miércoles, 22 de junio de 2011

Pasapalabra

Sabía que estaban en alguna parte, que no se habían perdido.  Por fin Daniel encontró entre algunos papeles esa lista que una vez comenzamos y quedó interrumpida porque, como tantas veces pasa, la vorágine arrasa y no nos deja ese ratito (si tampoco es que una pida tanto) para ir dejando registradas esas expresiones irrepetibles con las que nuestros hijos poco a poco van construyendo su lenguaje.

Conocíamos sus habilidades comunicacionales desde la primera ecografía, en la que salió abriendo y cerrando la mano como si estuviera saludando, pero cuando comenzó a adquirir el lenguaje la cosa se puso divertida.

Estas son algunas de sus frases cuando tenía unos dos años y medio aproximadamente:

- Vamos a la sarmafia.
- Tenemos que subir por la escalera metrónica.
- S: mamá, me duele la garganta.
  yo: ¿dónde está tu garganta?
- S: aquí, en el cuellito.
Después de ver por centésima vez "Peter Pan": Es que el cocodrilo persigaba a Garfio.
- En el ascensor, enfadado y a los gritos :"Me cago en too"!!!
- Al recibir un regalo pide que se lo desenvuelva y lo hace con la mayor educación: mamá, ¿me lo pelas por favor?
- yo: alguien ha hecho caca, lo huelo.
- S: Yo no soy abuelo, soy Santiago.

Y la más reciente nos la comentó su profesora cuando, a propósito del cuidado de la naturaleza y habiendo comentado en clase los perjuicios de la tala indiscriminada de bosques, escribió:
"En los bosques hay árboles taladrados".




lunes, 13 de junio de 2011

Por encima de todo

Con esta canción maravillosa Pepa los despidió en la fiesta de egresados, al terminar el preescolar en diciembre de 2010.
Habla de las cosas más importantes que necesitamos para ser felices, te la dejo acá para que la puedas escuchar muchas veces, para que no tengas miedo de ser libre, para que no te rindas y vuelvas a empezar las veces que haga falta.
Porque de esa forma seguro que siempre vas a llegar a tiempo.

martes, 7 de junio de 2011

Turismo de aventura: viaje al país de la fantasía

Muchas veces nos preguntamos qué será lo que está pasando por esa cabecita cuando por la circunstancia que sea algún comentario suyo nos deja sin respuesta.
Y es que en su fantasía no hay límites.  Cómo un grifo que se abre fluye de pronto todo lo que su mente infantil crea, sueña, juega, anticipa, recuerda.
Y es maravilloso acompañar a nuestros niños en ese camino y que ellos nos permitan entrar en ese mundo, aunque a veces no sepamos o no recordemos cómo hacerlo.  Es saludable para nosotros y para ellos compartir esa fantasía que nos hace sentirnos más cercanos, comprenderlos mejor.
La memoria a veces se pierde, por eso me gusta dejar imágenes de esos momentos que por algún motivo incierto se han quedado guardados, no se han querido ir.
Será porque Santi siempre se ha sentido fascinado por las palabras y desde pequeño ha hablado con mucha claridad, que algunas palabras, las de la época de la "lengua de trapo" quieren seguir siendo recordadas: cómo por ejemplo su "gavabundo", que pedía cada vez que quería ver a Golfo, su héroe, canino y seductor, conquistando a Reinita, tan femenina ella...
En etapas posteriores aparecieron los legendarios superhéroes, esa especie inagotable de buenos, superbuenos, villanos y malos ultramalísimos que siguen ocupando un lugar de privilegio en su mundo imaginario y a veces no tanto.
Pero los tiempos cambian y los niños crecen, también cambian sus intereses y así llegamos a la actualidad, a sus casi siete años.
La fantasía continúa, la dama y su "gavabundo" no están ya, pero han dado paso a ciertas cuestiones quizá más complejas pero no menos interesantes: ahora el primer plano es para los experimentos, probar a mezclar todo con todo, o mejor dicho cualquier cosa con cualquier otra y preguntarse como el científico más riguroso:
¿Qué pasará? ¿explotará?¿desparecerá?!!!!
O como este nuevo polo magnético de origen televisivo: los sueños premonitorios.  Su interés nació seguramente por la curiosidad que despertó en él escuchar una palabra tan rara en boca de uno de sus personajes más queridos en este momento: el gato espacial, y que ahora quiere investigar para poder autoproducírselos.
Anoche lo preguntó: ¿cómo hay que hacer para tener un sueño premonitorio? Porque yo quiero uno.
No sé si hay respuestas para algunas preguntas pero en todo caso lo más importante es no dejar de preguntar.  Y sobre todo, no dejar nunca pero nunca de jugar