viernes, 22 de julio de 2011

Búscalo en Internet - 22 de julio 2011

Y ahora es cuando hay que pensar estrategias.  Porque con lo rápido que crecen los críos los templates se quedan desactualizados y hay que buscar modelos menos infantiles, más adecuados a los intereses que cambian, la madurez que se les nota, etc, etc,etc...
El pollito de peluche estaba muy gracioso pero pasado mañana cumple siete años y lo que no va, no va.
Lo cierto es que infantiles y gratuitos no abundan pero encontré uno que me gusta mucho y que además mi buen trabajo me dio ponerlo sin que se descuadrara demasiado.  Ya está, monísimo,  pero ahora resulta que no pone en ningún sitio la fecha del post por lo que indefectiblemente hay que entrar en alguna de las pestañas de edición para poder saberlo cuando uno de los objetivos de este blog es precisamente saber cuándo pasó lo que se cuenta.
Así que, hasta que encuentre una solución mejor, fecharé las entradas junto con el título, que no quedará bonito pero sí muy práctico.
No se me ocurre otra forma de hacerlo, buscar en internet se está convirtiendo en un deporte y esto me recuerda la reflexión de Santiago ayer cuando le pregunté cómo se llama su profesora de natación y me respondió: "No lo sé mamá pero lo podemos buscar en Internet".

miércoles, 13 de julio de 2011

Vacaciones

Las estábamos esperando desde hacía mucho y las estamos disfrutando a tope.
Vacaciones para dormir hasta que el sueño desaparezca, para no hacer deberes (nada de nada de nada :-)).
Tardes de piscina y parque, pelota, galletas y helados.
Paseos, juegos, amigos, risas, alguna pelea, alguien que siempre nos está esperando :-)
Lugares nuevos, emociones nuevas, jugar hasta que la luna nos mire desde el medio del cielo, meternos en el río igual que los niños perdidos de Peter Pan, marearnos en los rápidos del parque de atracciones empapados y felices, chocar con los autitos y, cuando termina, ponernos en la fila para repetir una, dos, diez veces...
Deslizarnos por la lanzadera en medio de un ataque de risa y nuevamente, cuando termina, ponernos en la fila para repetir una, dos, diez veces...
Y al final del día, caer agotados con apenas energía para pedir: "¿y ahora me cuentas otro capítulo de la historia de los niños perdidos?"